miércoles, 6 de junio de 2007

Una del Montón

¿Nunca se han sentido atrapadas en un mundo seriado, en un mundo en que todos usan y piensan las mismas cosas? ¿Nunca has sentido que a veces, tú misma eres parte de esa serie, de ese montón? ¿Nunca has sentido, incluso, que eres la que sobra?
Yo me siento así muy a menudo. Siento que, al lado de mis amigas, no tengo nada especial. No tengo el carisma de una. Tampoco soy súper social como otra. Otra es súper interesante. Yo me siento una cualquiera, una más. Me siento un punto de luz en un cielo brillante. Un grano de arena en la playa. Una más.
¿Nunca han sentido incluso que son la que sobra? Yo muchas veces me siento así. Hasta hace poco pensaba que era la única que se sentía de esta manera, pero luego descubrí que no era así. Que este es un sentimiento común y propio de nosotras las adolescentes, y que no hay que preocuparnos tanto porque "todas tenemos la oportunidad de brillar. Llegará en cualquier momento".
La felicidad no es la búsqueda de una vida perfecta o destacada, sino la capacidad de disfrutar lo que se tiene. Siempre está ahí, esperando a que la descubramos, sólo debemos aceptarla en nuestra vida.
Tal vez la felicidad no se presente de la forma en que esperamos, pero que está, está. Tal vez no soy ni carismática, ni sociable, ni interesante, pero siempre tendré una cualidad mía y sólo mía, que tal vez yo desconozca pero sea casi obvia para mis amigos y las personas que me conocen bien. No debo ambiciar el bien de otros, simplemente porque yo ya tengo mi don, igual de especial que el del resto.

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