lunes, 11 de junio de 2007

Más que una Imagen

"Los mensajes entran por los ojos" es una frase muy citada hoy en día. No podía ser para menos, vivimos en un mundo contaminado visualmente, donde la avaricia quiere ganar su lugar para vender y vender, y por eso aprovecha que "el mundo entra por los ojos" y tiene la brillante idea de hacer publicidades atractivas a la vista. Pero lo mal es que esta "brillante idea" no es original, ya que miles de personas hacen anuncios atractivos y terminamos llenos de anuncios...
Y ver tantos anuncios tan simétricos, atractivos y perfectos nos hace desear la perfección a nosotras también, más a las adolescentes, que nos encontramos en época de cambios y somos muy influenciables por lo que nos rodea.
A una no le gustan sus anteojos. Otra quiere que le saquen los brackets pero ¡ya!, otra quiere verse más delgada, tener más curvas, una piel más suave, el cabello así, el cuerpo así...
Podría incluso hacer una encuesta en un medio popular, transitado por muchas adolescentes, donde pregunte ¿Te gustaría cambiar algo de tu cuerpo?... Seguramente, muy pocas de las respuestas serían "No".
La que no se ve gorda, se ve demasiado flaca. La que no está triste porque usa anteojos, desearía que le saquen los aparatos, o no tener pecas, o no tener acné, o...
Muchas veces incluso tendemos a pensar que seremos mucho más felices si logramos cambiar aquello que nos atormenta. Pero lo cierto es que si logramos cambiarlo, descubrimos de pronto que tenemos otro defecto y la historia se repite.
En Principito, el famoso libro infantil, citaron una vez "Lo escencial es invisible a los ojos". Muy pocas cosas son tan verdaderas como estas.
¿Realmente crees que las más bonitas son las más felices? Te equivocas. Dios no te preguntará de qué color eran tus ojos ni cual era tu peso, querrá saber cuánto amaste. Y no necesitas ser bonita para amar a alguien, porque por regla general, todas tenemos oportunidades para el amor. Quizá no llegue como esperas, pero va a llegar algún día, y esa persona te hará más feliz de lo que podrías haber soñado.
Y, al final de todo, ¿Qué importará cómo te veas? Sólo importará haber sabido reconocer la felicidad en tu vida, esa felicidad que había estado a tu lado todo el tiempo, primero susurrándote, luego diciéndote, y luego gritándote, que el mundo es más que una imágen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

<333

Te has ganado una lectora :_)

Unknown dijo...

Hola, me gusta como escribes y como piensas, sigue asi.

Vica dijo...

Hola, me llamo Virginia Castiglione, soy brasileira, tengo 29 años y a mi me encanta Wednesday Addams! Visita mi blog.